miércoles, 5 de mayo de 2010

El tizón encendido. Protesta social, conflicto y territorio en la Argentina de la posdictadura

El tizón encendido. Protesta social, conflicto y territorio en la Argentina de la posdictadura
Fernando Stratta y Marcelo Barrera
Investigación/Ensayo. 2009.

Fernando Stratta (Santa Fe, 1980) es sociólogo y docente. Integra el Grupo de Estudios sobre Movimientos Sociales y Educación Popular (GEMSEP) y el Centro de Estudios para el Cambio Social (CECSO). Actualmente es investigador en formación del CONICET y becario del Centro Cultural de la Cooperación. Ha publicado artículos en distintas revistas y escrito, en colaboración, Las nuevas organizaciones populares: una metodología radical (2003). Participó en los libros Venezuela, ¿la revolución por otros medios? (2006), Reflexiones sobre poder popular (2007) y Trabalho, Economia e Educaçao: perspectivas do capitalismo global (2008).

Marcelo Barrera (Buenos Aires, 1979) es sociólogo y docente universitario. Maestrando en Investigación en Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires), actualmente es becario doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), e investigador del Centro Cultural de la Cooperación (CCC). Ha publicado artículos en distintas revistas y escrito, en colaboración, Las nuevas organizaciones populares: una metodología radical (Ediciones del CCC, 2003).



"En este trabajo la territorialidad subalterna emerge en sus posibilidades disruptivas como espacio de resistencias a los modos de la territorialidad neoliberal capitalista y sus procesos de mercantilización, como sitio de recomposición de lazos sociales opuestos al lazo social general impuesto por el capital, como lugar donde la cultura tiene un resto y las identidades plebeyas un destino. La territorialidad subalterna emerge principalmente como espacio donde es posible imaginar y comenzar a crear un mundo distinto, como lugar donde es posible el ejercicio de aquellas subjetividades afines a la autoactividad.
Las formas de acción colectiva de los sectores populares, más allá de los condicionamientos históricos que las tornan irrepetibles y de las intermitencias, remiten a una trayectoria y a una experiencia siempre susceptible de ser resignificada y utilizada. En este sentido cobra importancia la memoria de esas luchas y los procesos de aprendizaje colectivo que refuerzan la identidad de las víctimas y colaboran con la eficacia de las acciones.
Este texto fue instigado por un contexto de crisis de la dominación burguesa y de recomposición popular, un momento de alza de las luchas sociales (2000-2003), y de alto grado de visibilidad pública de un conjunto de organizaciones e iniciativas populares que, además, llegaron a convertirse en potentes atractores sociales y políticos. En algún sentido, este trabajo también puede considerase como expresión de ese ciclo de luchas, pero también es algo más que eso. Está orientado a recordarnos que las condiciones para una teoría fecunda sólo pueden ser provistas por una praxis popular intensa y variada (y por el diálogo entre las diferentes praxis populares)."

Del Prólogo de Miguel Mazzeo