jueves, 8 de julio de 2010

Generación Cromañón

Palabras del psicoanalista Jorge Garaventa, al presentar Generación Cromañón

“Este es el libro que hubiera deseado escribir, el que hubiera querido que nunca se escribiera, que debería ser de lectura obligatoria en las escuelas, y que probablemente sea leído por muy pocos estudiantes. Es un libro que no recomendaría a ningún familiar de víctimas ni sobreviviente de la masacre, pero que ningún familiar ni sobreviviente debería dejar de leer.

Advierto, es un libro cruel, pero sus 150 páginas carecen del más mínimo amague de golpe bajo.Lo que pasa que es un libro que da cuenta de la crueldad infame contra la juventud.

Escuché decenas de veces testimonios de sobrevivientes, en la calle, en un bar, en los medios, en mi consultorio, sin embargo en la lectura del libro entré por primera vez a Cromañón, de la mano de Flor, de Mauge, de Sonia. Supe de la terrible e inconciente valentía de la mano de Matías, de la prudencia hecha solidaridad leyendo a Eliana. Terminé de aprender con Gerardo que Cromañón recién empieza porque mató 200 jóvenes y los sueños de toda una generación del rock del barrio. Me conmoví y me dió pudor la innegociable pureza de Pichi. Aprendí con dolor de letras de molde que son los barrios para las murgas y que son las murgas para los barrios. Supe, por el amargo decir de todos estos jóvenes que “que no se hayan ido todos los que se tenían que ir en el 2002″ a ellos les costó vida. consecuencias que van mas allá del análisis político. Escuché decir: “nosotros no queremos saber nada con la política” mientras desgranaban definiciones que serían la envidia de cualquier cuadro. Pude ver como el discurso espontáneo de estos chicos que pagan para hacer rock se va diferenciando cada vez más del otro, por ejemplo de la gente de La Renga, indudablemente comprometidos, pero que en el tránsito hacia los grandes escenarios las definiciones empiezan a aparecer trabadas, pensadas, aún con riesgo de ser vecinas de lo careta.

Este libro tiene todo el horror y toda la tristeza de lo que Cromagnón significa. Sin embargo las fotos son bellamente sonrientes, aún allí donde cuenta, como nadie contó, el ensañamiento represivo policial contra las primeras marchas.

Pasa que en definitiva es un libro que da cuenta de la solidaridad, de la valentía, de la dignidad, de la no resignación, de la exigencia de justicia.

Es un libro que da cuenta de la continuidad histórica e internacional del descuido hacia la juventud. Es un libro que da cuenta del desamparo pero que retrata a los que están dispuestos a dar pelea. Un libro en el que mas allá de comentarios, preguntas o algún texto acotado de Sergio Ciancaglini lo escriben los protagonistas con sus testimonios. Es un libro que no tiene la frase que sabiamente me dijera Claudia Acuña: “Son unos hijos de puta, se metieron con la diversión de los chicos”, pero que todo el tiempo habla de ello…en definitiva…Es un libro. Esto, mas o menos es lo que hubiera querido decir ayer cuando en esa emotiva Jornada pedimos Justicia en la Plaza de los Dos Congresos, donde además se presentó este libro y la gente de lavaca me invitó a decir algo junto a Ariel Bignami. “