miércoles, 24 de noviembre de 2010

La teoría de la revolución en el joven Marx

La teoría de la revolución en el joven Marx
Michael Löwy
Co-edición Herramienta / El Colectivo
Ensayo e investigación, 2010.
16x23 cms., 224. págs.

Traducción: Silvia Nora Labado

Precio: $35.-


Michael Löwy nació en Brasil en 1938. Es director de investigación emérito en el Centre Nationale de la Recherche Scientifique (Centro Nacional de Investigación Científica); fue profesor en la École des Hautes Etudes en Sciences Sociales (Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales). Sus obras han sido publicadas en 24 idiomas. Entre sus libros más recientes se encuentran Redención y utopía. El judaísmo libertario en Europa central (1988); Rebelión y melancolía. El romanticismo como contracorriente de la modernidad (1992); Walter Benjamin: aviso de incendio (2001); Kafka, soñador insumiso (2004); Sociologías y religión. Aproximaciones insólitas (2009). Es miembro del consejo asesor de la Revista Herramienta, donde ha realizado numerosas contribuciones.



“¿Es todavía relevante la teoría de Marx? ¿Da todavía una respuesta significativa a las contradicciones sociales de este extraño fin de siglo? Con la desaparición del así llamado “socialismo realmente existente”, en Europa del Este, hubo estudiosos, filósofos, economistas, políticos, periodistas, banqueros, administradores, teólogos, miembros del parlamento, ministros, científicos sociales y expertos de todas las clases que proclamarosn, urbi et orbi, en nombre de Dios o del Mercado –o de ambos– que “Marx estaba muerto”. Y hubo un gran número de ex izquierdistas, ex comunistas, ex socialistas, ex radicales, ex revolucionarios, ex todo que se unieron al coro.
Esta no es, precisamente, una idea nueva. Ya en 1907, el eminente filósofo liberal Benedetto Croce proclamaba que “el marxismo está definitivamente muerto para la humanidad”. No era una profecía muy aguda, según lo iban a comprobar solo diez años después los seguidores rusos del liberalismo…
En realidad, ahora que el marxismo dejó de ser usado como una ideología de Estado oficial por parte de regímenes burocráticos y parasitarios, hay una oportunidad histórica para redescubrir el mensaje marxiano original y desarrollarlo de una manera creativa.
Por mi parte, todavía creo, así como en 1970, que la teoría de la revolución del joven Marx –la filosofía de la praxis y, dialécticamente ligada con ella, la idea de la autoemancipación de los trabajdores– sigue siendo la mejor brújula para conocer el propio camino en el actual y confuso panorama histórico.”

De la Introducción del autor a la edición inglesa