lunes, 21 de febrero de 2011

Invitación al descubrimiento.

Invitación al descubrimiento.
José Carlos Mariátegui y el socialismo de Nuestra América

Miguel MazzeoEnsayo. 2009.
216 págs. 14x20 cm.
ISBN: 978-987-1497-16-4

Precio: $25.-



Miguel Mazzeo (Lanús, 1966). Docente en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Lanús. Participa en espacios de "formación" de distintas organizaciones populares. También ha participado en diversas Cátedras Libres en Buenos Aires y en el interior del país. Fue Coordinador Nacional de la Cátedra Libre Universidad y Movimientos Sociales en la Universidad de La Plata en 2005 y de la Cátedra Abierta América Latina en la Universidad de Mar del Plata en 2006. Escritor, autor de varios artículos y libros, entre los últimos se destaca ¿Qué (no) hacer? Apuntes para una crítica de los regímenes emancipatorios, publicado por Anropofagia en 2005 y El sueño de una cosa (Introducción al poder popular), publicado por la editorial El Colectivo y por la Fundación El perro y la rana (Venezuela) en 2007. Miembro del colectivo editorial de la revista Periferias y del Consejo Editorial de la revista Lutas Sociais (Brasil). Es militante del Frente Popular Darío Santillán (FPDS).





"Miguel Mazzeo, que insiste con Mariátegui, nos vuelve a convidar su lectura, más allá y más acá de los lugares comunes donde fuimos entrenados. Mariátegui oxigena al marxismo al vincularlo a otras trayectorias que son otros sujetos, pero también otras palabras, otras cosmovisiones, nuevas apuestas, otras oportunidades para volver sobre la tarea pendiente: la revolución. Porque la revolución no es una pregunta abstracta, sino una cuestión que hay que atajarla no perdiendo de vista las experiencias de lucha que gravitan todavía en el imaginario de los pueblos originarios.
Si los ranqueles –según Mansilla– conocieron la democracia antes que Rousseau, los quechuas –según el Mariátegui de Mazzeo– conocieron el socialismo antes que Marx. En efecto, “elementos prácticos del socialismo” se averiguan en el ayllu y todas las costumbres y creencias que se modelaron en torno a la apropiación colectiva de la naturaleza de la que formaban parte. No se trata de volver a Mariátegui para encontrar las recetas infalibles y, mucho menos, para munirse de nuevos rudimentos que justifiquen una supuesta línea correcta para la coyuntura que atravesamos. Mazzeo propone volver a Mariátegui para enfrentarnos con las preguntas con las que tuvo que medirse el propio Mariátegui. No se trata de volver sobre las respuestas sino sobre las discusiones que se apostaron en torno a esas preguntas.
Para Mazzeo, Mariátegui tiene vuelo propio. No fue alguien que se limitó a adecuar a Marx a la novedad de turno o ajustarlo a las particularidades del caso concreto. Los diálogos que proponía entre las duraciones contradictorias, entre las experiencias que se organizaron en función de tareas distintas, no fueron cordiales, estaban cargados de tensiones. La misma tensión que averiguamos cuando se escribe con el cuerpo, con la sangre que corre por el cuerpo".

Del Prólogo de Esteban Rodríguez.